Sentir que tienes algo atorado en la garganta es una molestia frecuente que puede tener orígenes muy diversos, y aunque generalmente no indica un problema grave, en ocasiones su causa puede ser más compleja o inesperada de lo que creemos. Esta sensación, que puede percibirse como un bulto, presión, opresión o incluso una especie de nudo, es reconocida médicamente como globo faríngeo. Sin embargo, existen otras condiciones que pueden producir síntomas similares y, dependiendo del contexto y los síntomas acompañantes, es fundamental distinguir entre ellas para poder abordar el problema correctamente.
Principales causas del “nudo en la garganta”
La lista de causas de esta sensación es amplia y puede ir desde procesos funcionales y benignos hasta enfermedades que requieren tratamiento específico. Entre las más destacadas se encuentran:
- Globo faríngeo: Es la principal causa y no suele estar asociada a la presencia de un objeto real. Se relaciona frecuentemente con el reflujo gastroesofágico y la ansiedad. El globo faríngeo puede ser provocado por la irritación que el ácido gástrico produce al volver de forma recurrente al esófago y la faringe, generando inflamación y sensación de cuerpo extraño en la garganta, aun cuando no haya nada físico presente. El componente emocional, como el estrés o los episodios de ansiedad, también pueden desencadenar o comenzar este síntoma, intensificándolo en momentos de tensión o preocupación.
- Disfagia: Es la dificultad para tragar y puede acompañarse de síntomas como atoro real con alimentos, dolor o pérdida de peso. Las causas orgánicas incluyen espasmos esofágicos, tumores, trastornos neuromusculares e inflamaciones esofágicas. Si la sensación es persistente, progresa o se asocia a dolor, pérdida de peso o atragantamientos repetidos, la disfagia es una posibilidad importante a descartar.
- Irritación o infección: Las infecciones locales, como faringitis, cuadros virales, úlceras en la garganta, o incluso infecciones por hongos pueden generar inflamación que se percibe como “algo atorado”. Las úlceras producidas por medicamentos o la irritación por sustancias también pueden contribuir al síntoma, al igual que cuerpos extraños (espinas, huesos pequeños) en casos raros.
- Otras causas menos comunes: Existen afecciones como la esofagitis eosinofílica (proceso inflamatorio alérgico del esófago), divertículo de Zenker (una especie de bolsa que se forma en la pared del esófago superior), trastornos musculares o neurológicos, y malformaciones anatómicas que pueden provocar la sensación de cuerpo extraño, aunque estas son mucho menos frecuentes.
¿Por qué a veces la causa es inesperada?
Cuando alguien consulta preocupado por la sensación constante de “algo atorado”, muchas veces espera que la causa sea evidente, como un resto de comida o una infección visible. Sin embargo, los estudios muestran que la mayoría de estos casos se deben a causas funcionales, especialmente el estrés, la ansiedad y el reflujo. En el globo faríngeo, por ejemplo, no se encuentra ningún objeto real ni alteraciones estructurales significativas en la mayoría de las pruebas diagnósticas habituales, lo que puede resultar desconcertante para el paciente.
El reflujo gastroesofágico (ERGE), especialmente en formas leves, puede presentarse únicamente con síntomas extraesofágicos como la sensación de globo, sin que se perciban ardores típicos de acidez. Muchas personas ni siquiera sospechan que el ácido estomacal puede ser el responsable de su malestar faríngeo, sobre todo cuando la molestia es intermitente y no sigue un patrón claro con los alimentos.
Por otro lado, los componentes emocionales como el estrés y la ansiedad tienen un impacto real sobre la musculatura de la garganta y la sensibilidad corporal. Situaciones de alta tensión o cambios emocionales pueden desencadenar la sensación de globo incluso en ausencia de enfermedad física. El fenómeno está bien documentado en la literatura médica y, a pesar de no tratarse de una lesión orgánica, el malestar es muy real para quien lo padece.
Señales de alarma y cuándo acudir al médico
La gran mayoría de las veces, la sensación de tener algo atorado en la garganta no representa un peligro inminente. Sin embargo, es fundamental diferenciar cuándo estamos ante un síntoma benigno y cuándo puede indicar un problema serio, ya que ciertos signos requieren valoración médica activa y pronta. Debes consultar con un profesional si:
- La sensación persiste, empeora progresivamente o no mejora a lo largo de semanas.
- Se asocia a dificultad real para tragar, atragantamientos frecuentes, pérdida de peso no intencionada o cambios en la voz.
- Hay dolor, sobre todo si es intenso y continuo, sangrado, fiebre alta o aparición de masas palpables en el cuello o ganglios inflamados.
- Se han presentado infecciones recurrentes o traumatismos recientes en la zona orofaríngea.
En estos escenarios, será necesario descartar causas estructurales, infecciones graves, tumores o trastornos neuromusculares. El médico decidirá si se requieren estudios complementarios como endoscopias digestivas, estudios de imagen o pruebas funcionales de deglución.
Diagnóstico y abordaje de la sensación de cuerpo extraño
El diagnóstico comienza siempre con una historia clínica detallada y una exploración física exhaustiva, en la que se indagará sobre otros síntomas acompañantes y la evolución temporal del problema. Si los datos sugieren una causa funcional como el globo faríngeo, suelen recomendarse cambios en el estilo de vida —evitar irritantes, modificar hábitos alimentarios— y manejo del estrés. A veces se utilizan medicamentos para el reflujo o técnicas de relajación.
En cambio, si se sospecha una causa orgánica, infecciosa o tumoral, pueden solicitarse estudios especializados. En casos de disfagia progresiva, dolor severo o signos de alarma, el médico puede considerar estudios endoscópicos, radiografías con contraste o consulta con gastroenterología y otorrinolaringología.
El pronóstico y el tratamiento dependen mucho de la causa subyacente. Las formas funcionales responden bien al tratamiento médico y psicológico; las causas infecciosas pueden requerir antifúngicos o antibióticos, y los casos estructurales muchas veces pueden solucionarse con intervenciones específicas.
En síntesis, la faringe y el esófago son zonas anatómicamente complejas sometidas a numerosos factores, tanto físicos como emocionales. Por ello, la sensación de cuerpo extraño amerita siempre ser valorada, pero en la mayor parte de los casos es una manifestación funcional, no peligrosa y tratable, aunque si existen dudas o síntomas adicionales, buscar atención médica es la mejor decisión.