Si tienes diabetes y sales a tomar algo: estas son las bebidas alcohólicas menos peligrosas para ti

Cuando una persona con diabetes decide salir a tomar algo, la elección de la bebida alcohólica es fundamental para minimizar los riesgos asociados a la enfermedad. El consumo de alcohol puede alterar los niveles de glucosa en sangre, pudiendo elevarlos o bajarlos en exceso según el tipo de bebida, la cantidad ingerida y si se ha comido recientemente. Además, ciertas bebidas contienen azúcares ocultos o elevados niveles de carbohidratos, lo cual las hace menos adecuadas para quienes necesitan mantener un control estricto sobre su glucosa.

¿Por qué el alcohol puede ser riesgoso para personas con diabetes?

El principal riesgo del alcohol en personas con diabetes radica en su capacidad de alterar el metabolismo de la glucosa. El hígado, que normalmente libera glucosa entre comidas para mantener los niveles estables, prioriza metabolizar el alcohol cuando se consume, dejando de liberar glucosa. Esto puede llevar a una hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre), especialmente en quienes toman medicamentos para la diabetes que disminuyen la glucosa. Si la hipoglucemia ocurre mientras la persona está bebiendo, puede pasar desapercibida, ya que algunos síntomas se confunden con la intoxicación alcohólica convencional.Diabetes mellitus

Por otro lado, las bebidas ricas en carbohidratos, como las cervezas fuertes o los cócteles con refrescos azucarados, pueden provocar picos peligrosos de glucosa, generando el efecto contrario (hiperglucemia). Además, el alcohol puede interactuar con ciertos medicamentos para la diabetes, aumentando el riesgo de efectos adversos. Por éstos motivos, es esencial elegir las bebidas con mayor precaución y moderar las cantidades.

Bebidas alcohólicas menos peligrosas según su impacto glucémico

No todas las bebidas alcohólicas afectan de la misma forma a quienes tienen diabetes. Existen opciones menos peligrosas, en especial si se consumen con moderación y junto con la comida:

  • Vino tinto o blanco seco: El vino seco contiene poco azúcar residual y bajos carbohidratos. Estudios sugieren incluso que el consumo moderado de vino tinto puede asociarse a ciertos beneficios cardiovasculares en personas con diabetes, siempre que no exista contraindicación y se mantenga la dosis recomendada (hasta una copa diaria para mujeres y hasta dos para hombres). El vino dulce o de postre, al contrario, contiene azúcar adicional y debe evitarse.
  • Destilados puros: Bebidas como el vodka, ginebra, ron sin azúcar añadido o whisky en su forma natural suelen tener pocos o ningún carbohidrato. Si se consumen solos, con hielo o con agua mineral, su efecto sobre el azúcar en sangre es mínimo. No obstante, al mezclarlos con refrescos o jugos azucarados, el riesgo aumenta significativamente.
  • Cerveza “light”: La cerveza regular contiene un nivel moderado de carbohidratos, pero las versiones “light” presentan una reducción significativa, convirtiéndolas en una opción más segura, aunque se debe controlar la cantidad. Es fundamental evitar las cervezas artesanales, fuertes o con alto contenido alcohólico, ya que suelen tener mayor concentración de carbohidratos.
  • Cócteles bajos en azúcar: Si se opta por cócteles, lo ideal es prepararlos con destilados puros y agua con gas, agua tónica sin azúcar o sustitutos bajos en calorías. Evitar siropes, jugos, licores dulces y mezclas con refrescos tradicionales.

Bebidas y combinaciones a evitar

Hay numerosas bebidas y combinaciones que pueden representar un riesgo elevado para personas con diabetes debido a su alto contenido de azúcar y carbohidratos:

  • Refrescos azucarados, ponches y cócteles elaborados: Bebidas como la piña colada, margarita, licores dulces, o cócteles preparados en bares con jarabes y mezclas industriales suelen estar cargadas de azúcares. Al consumirlos, se produce un rápido aumento de la glucosa.
  • Cerveza fuerte, artesana o maltas especiales: Presentan mayor contenido de carbohidratos que las cervezas ligeras, pudiendo desestabilizar la glucemia.
  • Cócteles listos para beber: Muchos productos comerciales de conveniencia enlatados o embotellados llevan azúcar añadida, jugos de frutas y otros ingredientes que incrementan la carga glucémica.

Recomendaciones claves para beber con seguridad si tienes diabetes

Para quienes desean disfrutar de una copa de vez en cuando, seguir ciertas recomendaciones puede reducir significativamente los riesgos:

  • Siempre consulta con tu profesional de salud para asegurarte de que puedes consumir alcohol según tus condiciones específicas y tratamiento.
  • No bebas con el estómago vacío. Comer antes o mientras se bebe ayuda a reducir el riesgo de hipoglucemia, ya que la absorción del alcohol será más lenta y el hígado no se verá forzado a elegir entre metabolizar alcohol o liberar glucosa.
  • Controla la cantidad de alcohol: las guías recomiendan no superar una bebida estándar diaria en mujeres y hasta dos en hombres. Una bebida estándar equivale a 150 ml de vino, 360 ml de cerveza regular o 45 ml de destilado.
  • Vigila tus niveles de glucosa antes, durante y después de beber. Si tomas insulina o sulfonilureas, el riesgo de hipoglucemia es mayor, así que realiza controles frecuentes y lleva contigo una fuente de carbohidratos de acción rápida.
  • Evita mezclar alcohol con bebidas energéticas, refrescos normales o zumos comerciales azucarados.
  • Si participas en actividades sociales, comunica a quienes te acompañan que tienes diabetes, para que puedan ayudarte en caso de que presentes síntomas de hipoglucemia o alteraciones.

El consumo responsable y la moderación son fundamentales. No se trata solo del tipo de bebida, sino también de la cantidad y el momento en que se consume. La elección cuidadosa y el manejo consciente del alcohol pueden ayudar a las personas con diabetes a disfrutar esporádicamente de una copa sin comprometer su salud.

En resumen, optar por vino seco, destilados puros y cerveza ligera en cantidades controladas, evitar mezclas y/o cócteles azucarados, y realizar un seguimiento estricto de la glucosa permite disfrutar de una vida social activa sin descuidar la salud. La conversación previa con profesionales sanitarios es clave, ya que cada persona puede requerir ajustes y tomar precauciones distintas según su caso particular. Para mayor información sobre cómo la diabetes afecta al metabolismo del alcohol, puedes consultar el artículo sobre la diabetes tipo 2.

Deja un comentario