La declaración de la renta es un trámite fundamental para millones de contribuyentes cada año. Sin embargo, es común que, por desconocimiento o exceso de confianza, muchas personas intenten deducir gastos y conceptos que no son válidos según la normativa fiscal vigente. Este error, lejos de pasar desapercibido, puede suponer no solo la devolución de las cantidades indebidamente deducidas, sino también la imposición de multas significativas que afectan directamente a la economía personal.
Errores frecuentes en deducciones: lo que no puedes descontar
Uno de los pasos más habituales es repetir el mismo proceso cada año, marcando casillas sin revisar en profundidad si se ajustan a la situación concreta actual. Esta práctica puede llevar a deducir cosas comunes que hacienda no permite, y que pueden generar problemas legales y económicos.
Entre las deducciones que suelen provocar más incidencias destacan:
- Gastos personales no relacionados con la actividad profesional: Ropa, calzado, alimentación cotidiana, vacaciones o cualquier gasto que no esté vinculado de manera directa y exclusiva con la generación de ingresos no son deducibles. Intenta deducirlos puede ser detectado en una revisión y considerarse una infracción.
- Gastos de vivienda habitual como alquiler o hipoteca, cuando no existe derecho a deducción según el régimen fiscal vigente o si la vivienda no está destinada a una actividad económica real.
- Donativos o aportaciones no justificadas: Solo se pueden deducir aquellos donativos realizados a entidades reconocidas y correctamente documentados.
- Deducciones por familia numerosa, discapacidad o maternidad, cuando no se cumplen todos los requisitos exigidos, o tras haber cobrado anticipos que luego no se reflejan adecuadamente (como sucede con la deducción por maternidad, que si se cobra anticipadamente debe marcarse dicha casilla, de lo contrario se reclamará el importe con multa).
Consecuencias legales y económicas de deducciones indebidas
Hacerse con deducciones a las que no se tiene derecho constituye una infracción tributaria. Hacienda tiene mecanismos automáticos para detectar errores e inconsistencias en las declaraciones, y puede abrir un expediente sancionador. Según las normativas actuales, la multa habitual por este tipo de infracciones ronda el 15% de la cantidad indebidamente deducida. Además, se retira la deducción aplicada, lo cual implica que tendrás que devolver no solo el importe irregularmente recibido sino también un recargo monetario.
En casos más graves, como cuando se demuestra intencionalidad o fraude, las sanciones pueden incrementarse considerablemente y afectar a futuros trámites fiscales o incluso a la obtención de ayudas o prestaciones públicas.
- Si reclamas una deducción o crédito para el que no calificas, Hacienda te aplicará una multa por precisión y requerirá el reembolso del beneficio indebidamente obtenido.
- Los errores reiterados pueden llevar a que te consideren contribuyente de riesgo, lo que conlleva revisiones más frecuentes.
Otras deducciones mal interpretadas que generan alertas
Algunas deducciones llevan años siendo motivo de confusión y pueden ponerte en el punto de mira del fisco si no se aplican correctamente. Las más habituales son:
- Gastos relacionados con la vivienda: Por ejemplo, los puntos de hipoteca solo se pueden deducir si corresponden a una compra, y en el caso de refinanciar, se deben prorratear durante la duración del préstamo y no deducirse de una sola vez. Si se cancela el préstamo antes de tiempo, solo es deducible la parte que corresponda.
- Deducción por impuestos estatales y locales: Existe un máximo deducible anual, y cualquier exceso que se incluya será rechazado y puede sancionarse.
- Gastos de representación: Comidas, atenciones a clientes o desplazamientos solo pueden deducirse si están debidamente justificados y directamente vinculados a la actividad económica. No se pueden deducir cenas personales ni regalos a familiares como “gastos de representación”.
- Gastos médicos ordinarios: Las consultas o tratamientos no cubiertos por seguros solo son deducibles dentro de ciertos límites y para trabajadores autónomos o empresas bajo condiciones muy específicas.
Buenas prácticas y prevención de multas en la declaración
Para evitar sanciones, la mejor estrategia es preparar adecuadamente la declaración y mantener una documentación rigurosa de todos los conceptos deducidos. Revisa periódicamente la normativa vigente y, ante la duda, consulta con un asesor fiscal certificado que pueda orientarte correctamente. Recuerda que la automatización en la presentación de impuestos puede jugarte una mala pasada si no revisas las casillas cada año y te ajustas únicamente a los cambios reales de tu situación personal.
Utilizar plataformas fiables o la propia sede electrónica de Hacienda permite acceder a borradores actualizados, notificaciones sobre posibles errores y avisos relacionados con deducciones indebidas.
Cuando recibas anticipos de deducción, como los asociados a la maternidad, marca siempre la casilla correspondiente en el borrador para evitar dobles cobros y las consiguientes penalizaciones.
Por último, ten presente que la relación con la administración tributaria requiere transparencia y precisión. Cualquier intento de mejorar el resultado económico de forma irregular tiene un riesgo alto de ser detectado gracias al cruce de datos automático, la colaboración con otras entidades o las propias declaraciones informativas. La no presentación, la presentación incompleta o la inclusión de datos falseados pueden derivar, además de en sanciones económicas, en consecuencias legales de mayor envergadurafraude fiscal.