¿Sabías que tu coche lleva platino precioso? Descubre cuánto vale y por qué lo roban

Debajo de la carrocería de la mayoría de los vehículos modernos se esconde un componente que, sin llamar la atención, contiene una sorprendente cantidad de metales preciosos de alto valor en el mercado internacional. Esta pieza, imprescindible para reducir la contaminación ambiental, es el catalizador o convertidor catalítico. Su función principal es transformar los gases tóxicos producidos durante la combustión del motor en compuestos menos dañinos, pero su contenido de platino, paladio y rodio lo convierte en un auténtico “tesoro” para quienes conocen su valor.

¿De dónde proviene el valor del catalizador?

El catalizador debutó en el mercado automotriz en 1975, como respuesta a las regulaciones ambientales que obligaban a los fabricantes de automóviles a reducir drásticamente las emisiones nocivas. Desde entonces, su diseño incluye una estructura interna con aspecto de panal, recubierta con una delgada capa de platino (platino), paladio y rodio, metales preciosos fundamentales para la reacción química que “limpia” los gases de escape.

La presencia de estos metales responde a su singular capacidad de actuar como catalizadores: aceleran la reacción química que convierte el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos no quemados en sustancias como dióxido de carbono y vapor de agua, mucho menos perjudiciales. Sin estos metales, la eficacia del proceso se reduciría considerablemente.

¿Cuánto platino contiene tu vehículo y cuánto vale?

Uno de los aspectos que más sorprende a propietarios y curiosos es la cantidad y el valor del platino contenido en el catalizador de un coche común. Aunque la cantidad varía según el modelo, el tamaño y la antigüedad del vehículo, se estima que un convertidor catalítico puede albergar entre 2,5 y 7 gramos de platino. Otros informes sitúan la media en torno a 3 a 5 gramos en la mayoría de los vehículos, aunque ciertos modelos pueden tener algo menos o incluso algo más dependiendo de su configuración y normativa de emisiones.

En términos monetarios, el precio del platino fluctúa dependiendo del mercado, pero en 2024 su cotización ronda los 5,500 pesos mexicanos por gramo. Esto significa que, solo por su contenido en platino, el catalizador puede contener entre 13,750 y 38,500 pesos en metal precioso. A esto se agrega el valor del paladio y el rodio, que en algunos casos pueden tener precios aún superiores al platino, especialmente el rodio, que ha cotizado hasta cuatro veces más caro que el oro en el mercado internacional.

Cuando se suma el valor de todos estos recursos, el precio de un catalizador usado en el mercado negro o de piezas recicladas puede oscilar entre 1,400 y más de 9,000 pesos dependiendo del año, marca y tipo de automóvil. En ciertas circunstancias y para modelos de alta gama o vehículos comerciales, la cifra puede superar con creces estos valores.

El catalizador en la mira del crimen: ¿por qué lo roban?

La alta cotización del platino y los demás metales preciosos que contiene el catalizador lo convierten en uno de los objetivos más codiciados para los ladrones de automóviles. El proceso de extracción resulta sorprendentemente rápido: una vez localizado el automóvil, los delincuentes emplean gatos hidráulicos y herramientas de corte, como sierras eléctricas, para separar el catalizador en cuestión de minutos.

Las principales razones que explican este fenómeno son:

  • Escasez y alta demanda: Los metales preciosos que componen el catalizador son difíciles de encontrar y la demanda para usos industriales, médicos, electrónicos y automotrices es altísima.
  • Mercado negro global: Una vez extraído, el catalizador robado suele terminar en refinerías especializadas, muchas de ellas en el extranjero, donde los metales son recuperados y convertidos en lingotes para su posterior venta legal o ilícita.
  • Fácil reventa: La venta del catalizador robado puede proporcionar pagos inmediatos de varios miles de pesos a los delincuentes, dada su portabilidad y rápida conversión en efectivo.
  • Dificultad para rastrear: A diferencia de otras piezas del automóvil, el catalizador carece de números de serie fácilmente identificables y, una vez procesado, es prácticamente imposible rastrear su procedencia.

Las autoridades reportan una proliferación de este delito en ciudades grandes, sobre todo en aparcamientos masivos y zonas urbanas donde los vehículos permanecen estacionados durante largos periodos. La crisis económica y el incremento en los precios de estos metales han alimentado aún más el auge de los robos.

Más allá del platino: ¿qué otros metales preciosos lleva el catalizador?

No solo el platino hace valioso al catalizador. Dentro de su estructura se encuentran también paladio y rodio, utilizados en proporciones menores pero de valores muy superiores en determinados momentos económicos. El rodio, en particular, puede cotizarse varias veces por encima del precio del oro y hasta superar al propio platino, con precios que han alcanzado los 200 euros por gramo en mercados europeos. El paladio, por su parte, es también muy solicitado en tecnologías avanzadas y en la industria médica.

Esto explica por qué, al evaluar el valor total del catalizador de un automóvil, los expertos tienen en cuenta no solo la cantidad de platino, sino el conjunto de todos estos metales, cuyo rendimiento económico puede variar considerablemente según el tipo de vehículo. Así, un catalizador con más rodio o paladio puede incluso superar en valor a algunos modelos con más platino.

El proceso de reciclaje de estos metales a partir de catalizadores robados implica habitualmente refinerías equipadas para separar y purificar cada elemento, antes de su inserción en el circuito comercial mundial.

En definitiva, el catalizador de tu automóvil no solo es fundamental para el cuidado del medio ambiente, sino que representa uno de los “tesoros ocultos” más codiciados por el crimen organizado debido a la extraordinaria cotización de sus metales preciosos. Aunque la cantidad de platino en sí misma puede parecer limitada, su valor económico es considerable, justificando el auge en los robos y la necesidad de concientizar sobre la protección de esta pieza crucial. Al entender su funcionamiento y valor, los propietarios pueden estar más atentos a los riesgos y a la importancia de cuidar este componente de alto impacto para su vehículo y para el medio ambiente.

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